El amor del Ceo mexicanoES

Chapter 40

El socio nuevo Chapter 40

En el trabajo Camill se había estado superando día con día, el Ceo Tomás del Villar estaba muy contento con desempeño laborar de su asistente personal, ese día en particular se reunirían con los hermanos Castillo para ver algunos detalles del contrato, Camill no lo sabía pero Fernando ya estaba ansioso de verla

Cristóbal salió con su abuelo para la compañía, en el camino el viejo Julián, felicitaba a su nieto por la bonita familia que estaba formando

Cristóbal! no veo el momento de ver y tener a mi nieto en mis brazos, estoy tan contento de que ya venga en camino, así este viejo tiene más esperanzas de conocerlo!

No digas esas cosas abuelo, conocerás a tu nieto y lo verás crecer por dos años, ese fue el trato que hice con Camill, que en dos años firmaríamos el divorcio y se podía ir con su hijo sin problemas!

Pero que estupideces son esas Cristóbal? de verdad te importa tan poco tu hijo como para dejar que se vaya de tu vida así como así? _claro que no abuelo, pero el contrato que hicimos es muy claro, el bebé será de Camill, dijo Cristóbal en un susurro

Cómo serás de imbécil Cristóbal! _ no te mandes abuelo, no soy un imbécil! _ lo eres! si la clave para que a tu hijo no se lo lleven es enamorar a la madre para que tampoco se vaya! me pregunto que estás haciendo al respecto querido nieto?

Abuelo Camill me exaspera! ella es tan rebelde y terca! _ y tú tan controlador y posesivo, verdad? es ahí donde tu costumbre de controlar a todos es aplastada por Camill y tu ego se ve minimizado!

Cómo lo sabes? quién te lo dijo? _ el viejo Ceo Julián Altamirano sonrió a su nieto, crees que esté viejo no te conoce lo suficiente? Camill es la horma de tus zapatos y tú bendición al mismo tiempo, su belleza

interna es más aún más bella que su gran belleza externa, puedo apostar que no habías conocido una joven con esa cualidades, o me equivoco?

Pero ella me desprecia por mi mala reputación, Camill está firmemente convencida de que soy un hombre que no tiene sentimientos por nadie y que tampoco los tendré jamás! en eso tal vez tenga razón abuelo

Yo simplemente soy frío, un lobo solitario! _ algo me dice que ese lobo encontró a su luna y no está dispuesto a dejarla ir, escucha a este viejo Cristóbal, Camill es tu felicidad, el amor verdadero

No lo sé abuelo, siempre peleamos y discutimos por todo _ y que es una relación sin pasión, peleas y reconciliaciones? _ Cristóbal sonrió de lado recordando las tortillas noches de reconciliación Content (C) Nôv/elDra/ma.Org.

Cuídala ella es tu salvación, si la pierdes serás un maldito condenado y tus padres de entresteceran por ti en donde quiera que estén, sin mencionar a tu abuela y a mí

Cristobal soltó un largo suspiro, el resto del camino estuvo en silencio mirando por la ventanilla del auto pensando en Camill y su bebé

En la oficina ya estaban los hermanos castillo desde las ocho cuarenta y cinco, al mayor y al menor les urgía que la negociación se cerrara por completo y a Fernando Castillo le urgía ver a la bella Camill

Cuándo Camill llegó ya estaban ellos en la sala de juntas solo esperando a que el Ceo Tomás del Villar y la bella asistente se les uniera

Camill entró y los cuatro caballeros se levantaron de su asiento para recibirla, Fernando apenas podía ocultar su gusto por ella, aclaró su garganta en señal de nerviosismo, como a estado Camill? tanto tiempo sin verle

Oh! yo e estado excelentemente bien, señor Castillo, aquí les entrego una copia del contrato a cada uno para que lo lean y expongas sus dudas o cualquier otra aclaración, dijo la bella Camill

SU

En eso estaban cuando un quinto socio de les unió, un imponente Ceo impecablemente vestido en un traje azul oscuro de tres piezas, en su muñeca un reloj que bien valía unas cuantas villas de millones de dólares

Éste es mi socio Cristóbal Altamirano, ya les había hablado de él, el Ceo Altamirano es pieza fundamental para las negociaciones en Estados Unidos, el a través de sus ya establecidas empresas nos puede dar entrada a ese mercado tan difícil de alcanzar, no es que yo no pueda hacerlo, es por la magnitud del proyecto, ocupamos toda la ayuda posible para impulsarlo

Los hermanos Castillo, ya habían escuchado hablar del temible CEO, se decían tantas cosas de el, que era cruel, despiadado con su competencia y enemigos, también se decía que era el mejor y más exitoso empresario de México y alrededor del mundo, en conclusión tenían a una leyenda empresarial sentados con ellos esa mañana

Camill se sorprendió un poco de verlo allí, como es que no le comentó que iría a esa importante junta, ese CEO del demonio que estaba tramando? pensaba Camill

La bella asistente entrego también una copia del contrato a su esposo para que estuviera en sintonía con los demás socios, Cristóbal estaba inexpresivo, su perfecto rostro no demostraba ninguna emoción

Camill les ofreció café y agua a cada uno de los empresarios, a Cristóbal se lo preparó tal como le gusta con leche y sin azúcar y no tan caliente a los demás solo les dejo la leche y los sobres de azúcar a su alcance

Camill aún llevaba el abrigo puesto, hacía frío ese día y el aire acondicionado hacía más fría la

mañana, los Castillo, el Ceo Altamirano y el Ceo del Villar se enfocaron a leer los contratos y de

allí surgió la primera duda

Entonces el porcentaje de ganancias para el Ceo Altamirano será de treinta y cinco por ciento? _ así es señor Castillo eso es por qué aparte de abrirnos mercado el también será inversor del proyecto, respondió Tomas

Y nuestro porcentaje será del treinta y cinco porciento igual? preguntó Fernando Castillo, no muy conforme con la distribución del porcentaje _ Así es ustedes invertirán y pondrán su gran

grano de arena pero no son tan internacionales como el CEO del Villar y yo, respondió Cristóbal con voz grave y firme

Yo solo llevaré el treinta por ciento de la distribución de las ganancias pero además me quedaré con las patentes de las fórmulas de los productos que se lanzarán por ser la cabeza del proyecto, es decir el proyecto es mío y los estoy invitando cordialmente a ser parte de él! a Tomas del Villar no le temblaba la mano para hacer negocios, por algo estaba donde estaba .