El CEO se Entera de Mis Mentiras

El CEO Se Novela 485



Capítulo 485

Raquel estaba muy enojada, y su vientre empezaba a dolerle levemente.

Raquel se aplicó acupuntura a sí misma, queriendo acostarse para descansar.

En ese preciso momento sonó una melodiosa tonada del celular.

Era Laura quien llamaba.

Raquel presionó el botón para responder, -Hola, Laura.

La voz de Laura se oyó, con un toque de pánico, Hola, Raquelita, ha ocurrido algo aquí.

Raquel se tensó, -Laura, ¿de que

hablas?

-Raquel, acabo de llegar a casa después del trabajo, pero de repente un grupo de personas irrumpió en mi casa, me asusté demasiado y me escondí en la habitación.

-¿Qué? ¿Quiénes eran esos? Laura, ¿has llamado a la policía?

Ya llamé a la policía, estas personas están buscándome, también dijeron que quien ofendiera al jefe Alberto no tendría un buen final.

¿Alberto?noveldrama

Raquel apretó el celular, Alberto acababa de actuar contra Luis, ¿ahora iba tras Laura? Esto no podía ser

Alberto sabía cuánto le importaban las personas a su alrededor, y él estaba utilizando este vil método para presionarla.

-Raquelita, ¿qué ocurrió entre tú y jefe Alberto? Estas personas dijeron que Solarena es el territorio del jefe Alberto, que por lo tanto deberíamos obedecer sin preguntar...

Raquel respondió con rapidez, -Laura, voy en camino...

Raquel no había terminado de hablar cuando Laura gritó desesperada del otro lado, ¡Ah!

Raquel cambió su expresión, apretó el teléfono y gritó, -Laura, ¿qué pasa? ¡Laura!

Se escucharon estruendos del otro lado, y luego la llamada se cortó.

El corazón de Raquel se enfrió, Laura definitivamente había tenido un problema. Raquel se levantó asustada, se puso la ropa y abrio la puerta del apartamento. Llegó a la puerta del apartamento de Alberto y tocó el timbre insistente, ding, dong ding, dong.

Pronto, la puerta del apartamento se abrió, Raquel enfurecida gritó, -Alberto, ¿esto está llegando al límite, si te atreves a hacerle algo a Laura, entonces yo...

Capitulo 485

Raquel! Ana la interrumpió.

Raquel se sorprendió, porque quien abrió la puerta no era Alberto, sino Ana.

Ana abrió la puerta, ahora estaba parada en la entrada mirándola con una sonrisa cínica.

Raquel preguntó apresurada, -¿Dónde está Alberto?

Ana sonrió, -oh, Alberto se fue a duchar, ¿necesitas algo?

Ana habló de manera confusa, enviando varias señales a Raquel.

Raquel respondió, -Quiero ver a Alberto.

-Raquel, ¿crees que puedes ver a Alberto solo porque lo deseas? Alberto es el jefe del Grupo Díaz, hay infinidad de personas que quieren verlo ¿por qué crees que debería verte a ti? Dicho esto, Ana examinó a Raquel de arriba abajo, - Raquel, ¿tu amiga tuvo un problema? Raquel preguntó con cierta curiosidad, - ¿acaso sabes algo de esto?

-Sí, lo sé, Alberto ya te lo había advertido. Si no tratas mi enfermedad cardíaca, Alberto tomará medidas más drásticas. Todos tus amigos sufrirán por tu causa.

Raquel apretó furiosa los puños.

Ana dio un paso hacia adelante, con una sonrisa radiante y dijo, -Raquel, ¿ves? Eres mi enemiga y estás derrotada, ¿con qué piensas luchar contra mí?

Raquel ya no tenía esperanzas en Alberto, miró con frialdad a Ana y se dio la vuelta para irse.

Mientras veía cómo la figura de Raquel desaparecía de su vista, Ana sonrió con sarcasmo, sacó su celular y llamó a María.

-Hola, mamá, todo va según lo planeado, procedamos al siguiente paso.

La voz de María sonó con firmeza, -no te preocupes, Anita, haré que alguien se encargue del niño en el vientre de Raquel. Después de eso, podrás descansar tranquila.

-Mamá, te agradezco mucho.

Ana colgó, en ese momento la voz profunda y magnética de Alberto resonó

cerca, -¿Qué haces parada en la puerta?

Alberto salió apresurado de la oficina, sosteniendo un documento, con Francisco siguiéndole detrás.


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