Chapter 34: XXXIII
Chapter 34: XXXIII
Capítulo treinta y tres
Sonrío mordiendo mis labios y niego, sigo el recorrido hasta la puerta y tocó el timbre indicándole a la
única que está despierta viendo novelas en la televisión que acabo de llegar.
Observo de reojo como él está parado en la acera esperando a que entre y dejo que mis pies vayan a
donde quieren ir, agarro su sudadera con fuerza y dejo un corto beso en sus labios, lo suelto al
escuchar la puerta abrirse y esos bonitos ojos me miran de forma divertida y coqueta.
Con que me saliste picarona, eh, cara chancla.*
Retrocedo y entro corriendo a la casa como si eso fuera a cambiar lo que acabo de hacer, mi corazón
late fuerte y escucho como la puerta se cierra automáticamente, me pongo una mano en la frente y mi
madrastra me observa preocupada y a la vez sorprendida por lo que acaba de ver.
Señala hacia la calle preguntándome telepáticamente el hecho de que él y yo seamos mate y asiento
sonriente, mis mejillas empiezan a doler y subo sin más a mi cuarto para dejar todas las cosas que
traigo.
Entro y prendo la luz, dejo los libros en el escritorio al igual que la bolsa y cierro con pestillo, quito mis
zapatillas sin importarme dejarlas tiradas y voy hasta la ventana, me asomo un poquito por las
persianas y lo veo en su lugar de siempre mirando en mi dirección, alza la mano cuando me cacha
viéndolo y saca su móvil, teclea algo en el y escucho el sonido de notificación de un móvil dentro del
cuarto.
Junto mis cejas. Mi padre aún no me ha dado mis cosas, ¿entonces de dónde viene eso?
Revisa tu bolsa, cara guaba, de ahí viene el sonido.*
Me voy hasta el escritorio y examino mi mochila por fuera sin encontrar nada, la abro y saco algunos
libros y cuadernos para ver con facilidad en el fondo de esta, meto la mano al ver una silueta extraña
detrás de la cartuchera y saco con cuidado el carísimo móvil de color dorado con tres cámaras.
Hasta tenerlo en la mano me da pavor al pensar que lo puedo dejar caer.
Otro mensaje de notificación llega prendiendo la pantalla y observo el nombre plasmado que hay en
esta junto al mensaje.
--RomeoAcosador456
Hola... Mi Julieta tropical ¿Aún no lo encuentras? :v--
Desbloqueo el móvil y me voy a la aplicación de mensajes, toco sobre su nombre y automáticamente
recibo otro mensaje de su parte.
--RomeoAcosador456
Hasta que al fin lo encuentras...
Doña tortuga te voy a llamar!-- Please check at N/ôvel(D)rama.Org.
--Macarrones123
Elián, esto esta mal,
Tú no tienes por qué comprarme cosas...--
--RomeoAcosador456
Jex, ¿crees que aguantaría un día más sin saber de ti? Lo siento, pero lo tenía que hacer!
PD. No acepto devoluciones ;--
--Macarrones123
Pues vas a tener que aceptar la devolución, porque no pienso quedarme con algo así!--
Me voy hasta la ventana y la abro por completo para tener un plano de él frente a mi ventana, le
señaló el teléfono y Elián niega con su dedo índice, vuelve al móvil en su mano y me llega su mensaje.
--RomeoAcosador456
Te voy a dar 2 opciones,
La primera es que te quedes con el celular y la segunda es que si no te quieres quedar con él, te voy a
raptar :3
¿Cuál eliges, Julieta?
Achico mis ojos y alzo la vista en su dirección, él ríe al ver mi expresión y guarda el teléfono en el
bolsillo delantero de su pantalón, mete las manos dentro de la sudadera y mira sus zapatillas al mismo
tiempo que me ve a mí, remoja sus labios y ladea la cabeza ligeramente.
Sonrío.
Oh, Romeo, acosador Romeo, ¿Cómo estás porque te veo?
Aquí estoy Julieta, helado, junto a este farol bajo la noche oscura, esperando a que me des tu amor.]
Oh, Romeo, aparte de acosador y secuestrador, también eres un abusador de almas inocentes como
yo, ¡es imperdonable!
Pongo uno de mis brazos en la frente y cierro mis ojos fingiendo estar indignada, muerdo mis labios
para aguantarme las ganas de reír que tengo.
No sabía que alguien como tú era inocente... En fin, la hipocresía.*
Rompo en risa con el comentario de Fally y me tapó la boca para no hacer ruido, lo veo a él también
reír y poco a poco se acerca a la casa, las luces de los faroles vuelven a apagarse y solo veo su
silueta estar casi en mi jardín, la brisa sopla fuerte haciendo que un cúmulo de nubes dejen algo de
claridad de la luna y ese olor a vainilla inunda todo el lugar.
Escápate conmigo, Jex.]
Trago grueso y una sonrisa instantánea se dibuja en mis labios, retrocedo hasta el centro de mi cuarto
pensando en todas las consecuencias que esto tal vez podría tener y la puerta del cuarto es tocada.
Con rapidez guardo el móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón y bajo mi camisa a tope, cierro la
ventana y bajo las persianas.
Si es mi padre lo más probable es que este frita.
Calmo mi corazón agitado y abro rápidamente la puerta con la cabeza baja y veo la pedicura de Derly,
subo mi rostro a sus ojos y ella solo niega sonriendo, me abraza por poco tiempo y deja un beso sobre
mi cabello —Recuerda cuidarte si vas a hacer algo indebido —me suelta y a mis cachetes sube toda
calor que no tenía antes —si tu padre despierta yo lo intentaré engañar diciendo que estas donde
Quero, ¿de acuerdo? —susurra y me señala.
Asiento —Gracias... Derly.
—El único problema es que tendrás que bajar por la ventana, porque el sistema de seguridad ya está
activado —toma el pomo de la puerta y giña —disfruta, recuerda que la vida no es tan mala como lo
parece —cierra y doy un largo suspiro.
Eso ha sido raro, pero si ella me ha dado permiso supongo que está bien y no tendré la preocupación
de que ninguno sabe dónde estoy.
Cara almeja, por fin puedo decir que te has convertido en una persona que me representa, ¡Vamos a
fugarnos!*
Abro mis ojos tanto como puedo con la emoción recorriendo mis venas y me pongo las zapatillas
rápidamente, apago las luces y corro a enrollar las persianas, abro la ventana y aún puedo ver como
sigue ahí donde estaba.
Saco mi cuerpo al exterior y con cuidado cierro la ventana, camino por el techo del porche hasta estar
en el borde y me asiento hasta esperar que él esté justo debajo de mí.
Elián extiende sus brazos y me lanzo sin dudarlo, me apaña en el aire y automáticamente enredo mis
brazos a su cuello, chupo mi labio inferior sin saber que decir o como reaccionar al tenerlo delante y
sin más lo atraigo poco a poco, hasta que nuestros labios choquen con delicadeza y suavidad.
Uff, si esto es droga pido cien y diez para llevar.
Lentamente deja que mis pies toquen tierra y me separo sintiendo mi cara arder, desvío la mirada
hacia otro lugar que no sea él y escucho esa voz ronca susurrar —¿sigo siendo un secuestrador si mi
víctima baja sola por su cuenta? —baja el rostro a mi cuello y su respirar me hace temblar —a mi me
parece que no, eh —me separo dos pasos para guardar las distancias y abanico mi rostro, sonríe
mordiendo sus labios y niega.
Uiiss, cara rábano, estás acabada... Ya le hiciste ver como reaccionas a él y ahora no va a parar.*
No me digas eso Fally, porque la madrugada a penas empieza.
Suerte, hermana. Se te quiso.*