Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capítulo 10



Capítulo 10 

A la hora de cehar, Osmar regresó a casa. 

Durante la comida, Victoria y Lucila se sentaron al lado de Osmar, los tres parecían una verdadera familia, disfrutando del momento. Victoria le servia comida a Lucila y Osmar, con palabras cálidas y amorosas. 

Beatriz estaba sentada sola en un rincón, ignorada por todos, como al ella no fuera parte de la familia 

Beatriz esbozó una sonrisa forzada. 

En su opinión, algunas de las trampas y engaños que habla hecho la protagonista original no estaban bien, pero la protagonista misma también era una persona lamentable. 

Todo por un poco de calidez en su juventud, terminó en desgracia y muerte. 

Lucila, sintiéndose un poco agravlada, le dijo a Osmar: “Papá, quiero un vestido, le pedi a mi hermana que me lo comprara, pero no quiso 

Las cejas oscuras de Osmar se fruncieron: “Bea, Lucila es tu hermana, ¿qué tiene de malo comprarle un vestido?” 

“Podria comprarlo, dijo Beatriz con desgano, tomando un sorbo de agua, pero tendrías que darme el dinerd”. 

¿Estamos hablando de dinero en familia?” Osmar se molesto aún más, ¿Crees que a tu mamá le fue fácil criarte? Ella ni siquiera es tu madre biológica, te trata tan bien y tú no sientes ni un poco de gratitud… 

Victoria intervino rápidamente para mediar: “Todos estamos cenando, no reprendas a la niña. Lucila, fuiste muy insensible, aunque tu hermana tenga mucho dinero, no puedes gastarlo sin pensar. Si quieres un vestido, que papá te lo compre después. 

Beatriz sonrió friamente. 

Se levantó y dijo: “Ya terminé de comer, me voy“. 

Al ver la espalda de Beatriz alejándose, Osmar frunció el ceño y preguntó: “¿Qué le pasa hoy?” 

Victoria también sintió que algo no estaba bien. Property of Nô)(velDr(a)ma.Org.

Antes, Beatriz siempre pretendía no importarle la armonia entre ellos tres, pero en el fondo anhelaba ser parte de ella, por lo que nunca rechazaba sus peticiones. 

¿Qué pasaba ese dia? 

Osmar preguntó de nuevo “¿Cuanto cuesta ese vestido?” 

Lucila dijo: “Cincuenta mil…” 

“¿Cincuenta mil por un vestido?” Osmar se disgustó, “¿Piensas que el dinero de casa cae del cielo? ¿No sabes lo dificil que es hacer negocios ahora?” 

Si hubiera sido hace dos o tres años, cuando la familia Marchena estaba prosperando, Osmar no habria dudado. 

Pero ahora las cosas habían cambiado. 

Aunque Osmar regañó a Lucila, al final le dio algo de dinero pará gastos: “La próxima vez intenta pedirle a tu hermana“. 

Beatriz estaba parada en la puerta de la casa Marchena. 

Ahora vivían en una zona residencial, era dificil encontrar un taxi. 

Además, Beatriz no sabia dónde vivía, no sabia dónde estaba la casa de la Beatriz de la novela, tenia que preguntarle a alguien, 

Martin, ese irresponsable, definitivamente no era una opción 

Revisó su lista de contactos de WhatsApp y pronto encontró el nombre “Esther Tobar“. 

En la novela, Esther era amiga de Beatriz 

y juntas tramaban engaños y hacían maldades, del tipo que clegamente sigue las órdenes de la villana, hasta que un arreglo de Mauricio terminó con su vida en un accidente de auto. En todo momento, ella creia que lo que hacia con Beatriz era lo correcto. 

Beatriz suspiro y llamó a Esther. 

En menos de treinta minutos, una chica con un vestido rosa y conduciendo un convertible apareció frente a Beatriz 

A diferencia de la villana secundaria que Beatriz imaginaba, Esther tenia una cara redonda y adorable, cabello rizado largo, ojos grandes y dientes de conejo, pareciendo muy linda 


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