Chapter 2
Chapter 2
Capitulo 2 DivorcioNôvel/Dr(a)ma.Org - Content owner.
—No, el abogado del sefior Herrera esta aqui. Quiere verte. «Un abogado? ¢Por qué iba a venir un abogado de repente?» Cristina, curiosa y nerviosa, se vistid lentamente y salid del cuarto de bafio. El abogado, Leonardo Lozano, estaba sentado en el sofa del salon. En la mesita, frente a él, habia dos juegos de documentos y un boligrafo de aspecto elegante. —z Qué le trae por aqui de repente, sefior Lozano? —pregunt6 Cristina mientras se sentaba en el sofa junto al suyo. Leonardo no perdié el tiempo con cumplidos y fue directamente al grano. —
El sefior Herrera queria que te pasara estos documentos —dijo, entregandole una de las dos carpetas que habia sobre la mesita. Por alguna razon, Cristina tenia un mal presentimiento sobre su contenido. Efectivamente, el documento result6 ser un acuerdo de divorcio. —;,Un acuerdo de divorcio? ¢Quiere divorciarse de mi? —Cristina estaba sorprendida y confusa por el repentino giro de los acontecimientos. —Asi es —Leonardo asintid. —Una vez que el sefior Herrera y tu os divorciéis, la familia Suarez se quedara con los cincuenta millones como indemnizacién. —zLo dice en serio? —Cristina seguia sin poder creerse lo que oia. Tres afios atras, la familia Suarez habia estado al borde de la bancarrota. La madrastra de Cristina, Miranda Weaver, y su despiadado padre la habian ofrecido a la familia Herrera a cambio de cincuenta millones. Habia supuesto que tendria que pasar al menos de cinco a ocho afios con la familia Herrera antes de liberarse de su matrimonio, pero Natan se divorciaba de ella en menos de tres afios. Leonardo asintié. —Si, asi es. El sefior Herrera ya ha firmado los papeles del divorcio. —zPor qué queria divorciarse de mi? —
El sefior Herrera no expuso sus motivos. —jMuy bien, entonces! Cristina paso a la ultima pagina del acuerdo de divorcio y firmé con su nombre junto al de Natan. «No sé por qué Natan queria divorciarse de mi inmediatamente después de volver del extranjero, jpero no necesito averiguarlo! Ha sido él quien me ha pedido el divorcio, jasi que mas vale que aproveche esta oportunidad para liberarme de este matrimonio! De todas formas, jmi familia no podra oponerse a este divorcio!» Cuando Leonardo se marché, Cristina estaba a punto de subir y empezar a hacer las maletas cuando una asistenta entré en el salon. — La sefiora Herrera ha venido a verte— dijo el ama de llaves. Al oir aquello, Cristina se volvié y vio a Julia Herrera de pie ante la puerta principal. A pesar de tener mas de cincuenta afios, Julia seguia estando guapa y elegante mientras entraba con gracia en la casa. Tras sentarse en el sofa, Julia miré a Cristina y fruncié el cefio disgustada al ver lo contenta que estaba. —,Por qué estas tan contenta? —pregunt6 ella. —Estoy contenta porque me voy a divorciar de Natan. A partir de hoy, ya no me quedaré en esta casa —dijo Cristina y subi6 las escaleras.
Julia siempre habia menospreciado a Cristina debido a sus antecedentes familiares poco impresionantes, por lo que habia insistido en que Cristina se dirigiera a ella como —sefiora Herrera— desde que se caso con la familia. Naturalmente, a Cristina tampoco le hizo mucha gracia su arrogante suegra. Al oirlo, Julia se qued6 estupefacta. «;De qué? ,Natan se divorcid de ella? éSignifica eso que he venido hasta aqui para nada? Ya que estoy aqui, jtengo que hacer algo para proteger la reputacion de la familia Herrera!» —jQuieto ahi! —grito Julia con severidad tras tomarse un momento para recuperar la compostura. —jHoy he venido a preguntarte si has estado engafiando a mi hijo! Cristina se qued6 paralizada y miré fijamente a Julia y al mayordomo. que estaba a su lado. Esboz6 una leve sonrisa al responder: —No, no lo he hecho. Nunca habia visto a Natan, asi que de todas formas no habia ninguna relacion que traicionar. Ademas, fue una victima en la situacidn de anoche. —No quieres admitirlo, ~eh? {Muy bien! Vayan a registrar su dormitorio! —orden6o Julia a las criadas, negandose a creer sus palabras.
El ama de llaves subid rapidamente y registro el dormitorio de Cristina. Unos minutos después, volvieron con la camisa de vestir que Cristina aun no habia guardado. —z Qué es esto? —pregunto Julia con la camisa de vestir en la mano. —Un vestido camisero que me acabo de comprar esta mafiana —respondié Cristina con calma. No iba a contarle a nadie aquel incidente, pues la familia Herrera seguramente destruiria a la familia Suarez si se enteraban de lo ocurrido. Aunque la familia Suarez le importaba un bledo, no queria que su madre sufriera con ellos. Julia empezaba a preguntarse si habia acusado erréneamente a Cristina de hacer trampas cuando vio la confianza en sus ojos. Sin embargo, aquella camisa de vestir estaba claramente hecha para hombres, y habia una letra —N— cosida con hilos de oro en el cuello. Era claramente una prenda de lujo.