Chapter 595
Chapter 595
Capítulo595
Especialmente Rodrigo, observando fijamente a Noa con los ojos llorosos en sus brazos, sintió un pensamiento repentino: quería llevarla a casa. Lo deseaba tanto.
-Noa, tú, ¿quieres ir con él…? Clara estaba atónita y no podia articular correctamente sus
palabras.
-Hermano Rodrigo…
Noa enterró su pequeña cabeza, en el cálido pecho del hombre, su aliento tembloroso se filtraba a través de su ajustada camisa negra, rozando su piel, llegando a lo más profundo de su corazón.
Quiero ir contigo a casa.
Después de la insistencia repetida de Noa, Clara y Alejandro no tuvieron otra opción más que
aceptarla.
Alejandro llamó a Rodrigo y los dos fueron al área de fumadores del hospital.
-Rodrigo, ¿qué le pasó exactamente en la oreja de Noa? -Sacó dos cigarrillos, tomó uno y le
entregó el otro a su hermano.
-¿Qué le pasó?
–
Los ojos afilados de Rodrigo destellaron con ferocidad. ¿fue tu querida hermana Leona quien
hizo esto? ¡Maldición!
-Ella no es mi hermana. Solo tengo a Noa como hermana.
El tono profundo de Alejandro se congeló al escuchar el nombre de Leona, -¿Fue Leona quien
lastimó a Noa?
Rodrigo estaba tan enfadado que casi mordió sus dientes, y rompió el cigarrillo que tenía en la
mano -Alejandro, si tomo represalias contra Leona, ¿te opondrías desde la perspectiva de la
familia Hernández?
Alejandro encendió su cigarrillo, inhaló profundamente sin pensarlo y respondió: -Lo que me
dijiste hoy, lo trataré como si nunca lo hubiera escuchado.
La actitud no podría ser más clara.
-Hmm, hermano, gracias -La comisura de los labios de Rodrigo se curvó en una sonrisa maliciosa y le dio una palmada en el hombro.
-Pero, solo una lección es suficiente, no quiero que haya victimas. Lo hago por tu bien.
Alejandro le lanzó una mirada significativa, su mirada llena de sugerencias. -Si realmente te has enamorado de Noa y planeas tener un futuro con ella….
Primero, tienes que cortar tus asuntos amorosos, purificarte tanto fisica como mentalmente por
1.
Segundo, no vuelvas a mancharte las manos con sangre. Eres el joven hijo de la familia Rodríguez, no un bandido que mata a sangre fría. No me siento tranquilo con Noa siguiéndote en tu estado de
vida actual.
-Alejandro, solo considero a Noa como mi hermana, no tiene el significado que menciones esto-
Rodrigo se apresuró a explicar, sintiendo un pinchazo en su corazón.
Sin embargo, sus ojos parpadeantes y sus dedos temblorosos sosteniendo el cigarrillo revelaron
sus verdaderos sentimientos.
Alejandro lo miró profundamente y habló con indiferencia, -No te preocupes por el resentimiento
entre Ema y yo. Aunque Noa es su hija, nunca he tenido ningún prejuicio contra ella.
Es una buena chica, y espero que sea feliz.
-Alejandro… yo… -Rodrigo se atragantó, sintiendo una emoción confusa en su corazón.
-Aunque no eres precisamente un hombre honorable y tienes innumerables malos hábitos, siento
que realmente te importa Noa.
Alejandro exhaló un anillo de humo suavemente, con un tono que parecia el de un anciano
paternalista, Así que estoy dispuesto a darte una oportunidad de conquistar a Noa.
¿Qué tipo de actitud es esta?!
¿Por qué parece que el futuro suegro está aquí regañando a su futuro yerno?
-¿Ya no vas a fumar ese cigarrillo?
Alejandro extendió la mano para quitarselo, -Si no lo vas a fumar, devuélvemelo. Es el único que
me queda.
273 Published by Nôv'elD/rama.Org.
-Fumar fumar… -Rodrigo rápidamente lo colocó entre sus labios y frunció el ceño, -¿Cuándo te volviste tan tacaño? Tienes un valor neto de casi cien mil millones y no quieres darme un cigarrillo. No me sorprende que solo tenga un amigo en todos estos años.
-Estoy atentando dejar de fumar gradualmente, ahora solo fumo medio paquete al día.
-¿Por qué? ¿A los treinta años estás cuidando tu salud?
-Es por Clara-Alejandro recordó a su amada, y sus ojos se llenaron de tiernas olas de calidez-Ella odia que fume. Sé que dejar de fumar es dificil, pero quiero intentarlo.
-Tsk, tsk. pero ella solía odiar a Beatriz, ¿por qué no la dejaste entonces? -Rodrigo sintió que el comportamiento de Alejandro al dejar de fumar por una mujer era particularmente cursi, así que
no pudo evitar burlarse.