Capítulo 241
Capítulo 241
-Yo también quiero ver lo más fresco de Nere, pero Nere, tú desde chiquita siempre has tenido todo a la mano, ¿realmente crees que podrías aguantar Dos Días, Una Noche allí sin comer ni beber? ¿Qué tal si te acompaño? ¿Para que te haga de chef?
Nerea le lanzó una mirada de desdén, recordando cuando era niña y él intentó cocinarle vainitas, terminando por enviarla al hospital porque no estaban bien cocidas.
-Si te llevo, acabaría antes.
-¿Qué estás diciendo, hija?- Camelia, preocupada, tomó su mano, -Nere, he oído que en ese reality han pasado muchas cosas, gente que se ha lastimado, desmayos por hambre e incluso encuentros con animales salvajes, ¿qué tal si mejor no vas?
-Mamá, no es para tanto, el equipo del programa tiene seguridad, y yo no voy a andar vagando por ahí.
-Pero si tú no sabes cocinar, y allá no te van a dar comida, ¿qué harás si te da hambre? Papá se va a preocupar.
Nerea: ¿Qué tal si picoteo algunas frutas silvestres hierbas? ¡Son solo dos días, y soy fuerte!
-Comer solo verde te va a dejar sin nutrientes, mejor lleva a Momo, jél puede pescar!
Miguel levantó al gato de peluche por el cuello, el cual maulló confiadamente, como jurando lealtad a su dueña. Esto hizo que toda la familia se echara a reír.
‘Ring, ring, ring…’
El celular de Nerea comenzó a sonar, al ver que era Roman, lo guardó rápidamente.
Unos segundos después, volvió a sonar.
Miguel: -Nere, ¿quién es? ¿Quién te llama a estas horas?
-Eh, es… es…- Nerea titubeó, -Una llamada de un numero equivocado.
-¿Ah sí?- Miguel arqueó una ceja, notando algo raro en su expresión, -¿Quién se atreve a molestar a mi hermana a estas horas?
-No lo sé, es un número desconocido, yo… voy al baño un momento, ustedes sigan.
Nerea se levantó sonriendo hacia el baño, pero Miguel, rápido como un rayo, le arrebató el celular.
-¡Miguel!
-¡Dame mi celular ahora mismo!
Nerea, con los ojos bien abiertos, luchó desesperadamente por recuperarlo, pero ‘la pelea’ entre hermanos terminó con ella debajo de Miguel en el sofá, observándolo abrir su celular con una mueca de triunfo.
¡Mmmmm!
-¡Papá, mamá, tío, Amancio, Miguel me está molestando, invadiendo mi privacidad!
Nerea, en su último recurso, fingió llorar para quejarse.
Miguel resopló, -Nere, deja de fingir, ¿cuándo hemos tenido secretos entre nosotros?
-¡Miguel, tú invasor de privacidad, si te atreves a mirar mi celular, ya no te voy a hablar nunca más!
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Esa frase era el mantra de Nerea cuando perdía una pelea de niños, algo que se había perdido con el tiempo pero que ahora resurgía, haciendo que Miguel sintiera aún más curiosidad por lo que escondía su celular, temiendo que él lo viera.
Justo cuando iba a abrir los contactos, Gerard se lo quitó, -Miguel, ya estás grande, ¿por qué sigues molestando a tu hermana?
Nerea se liberó de Miguel y le sacó la lengua victoriosa, -¡Toma, para que aprendas a no molestarme!
-Tío, jeres el mejor!
-Tío, mírala cómo se pavonea, protegiendo ese celular con su vida, ¡seguro que algo esconde!
-¡Tú eres el que esconde cosas!
Nerea tragó saliva, teniendo que admitir que Miguel realmente la conocía bien.
Amancio: -Nere, deja de pelear con Miguel, encontré algunos trucos de supervivencia que podrían serte Exclusive © content by N(ô)ve/l/Drama.Org.
útiles, ven a ver.
-¡Perfecto!